Los accidentes son realmente algo molesto y mas cuando se esta tratando de lograr un resultado, pero en ocasiones esos infortunios nos traen cosas buenas como son algunos descubrimientos que han surgido de esta manera: por un accidente.
Aquí les dejo algunos ejemplos de ellos:
Sacarina
Este antiguo edulcorante fue descubierto por el químico Constantin Fahlberg , cuando en una ocasión olvidó lavarse las manos después del trabajo…
Era el año de 1879 y Falhberg se encontraba entusiasmado con un estudio acerca de nuevos e interesantes usos del alquitrán. Después de ua ardua jornada laboral, regresó a su casa y descubrió que el sabor de los roles de canela que estaba comiendo sabían muy dulces, por lo que decidió preguntarle a su esposa si ésta le había puesto algo especial, pero ella lo negó y dijo que le sabían normal. Un rato después, el químico descubrió que ese sabor venía de sus manos —que no se había lavado—.
Al siguiente día regresó al laboratorio y comenzó a probar literalmente todo lo que pudo, hasta encontrar lo que sabía dulce. ¡Finalmente no lavarse las manos trajo algo bueno!
Polvo Inteligente
La mayoría de estudiantes se deprimiría si su ensayo de 10 hojas se destruyera en mil pedazos. Pero no Jamie Link, quien se encontraba realizando un estudio para su doctorado en química y la oblea de silicio con la que trabajaba se reventó en diminutas piezas.
Después del suceso, Link descubrió que esas pequeñas partes aún funcionaban como sensores.
Más tarde ese residuo se conocería como ‘smardust’ y serviría para medir el nivel de pureza del agua de mar, detectar peligrosos agentes químicos en el aire, e incluso para localizar y destruir células cancerígenas en el cuerpo.
En el campo militar, pueden funcionar como sensores a distancia para controlar los movimientos enemigos, detectar gas venenoso o radiactividad.
Papas Fritas, paletas de hielo y Coca-Cola
Existen varias historias que incluyen inventos accidentales en la comida: las papas fritas fueron inventadas por el chef George Crum, cuando un exigente cliente le devolvió sus papas a la francesa porque estaban aguadas, gruesas y rancias. Crum decidió cortar las papas lo más delgado posible, y freírlas hasta que quedaran doradas, aderezándolas con un toque extra de sal. El cliente quedó fascinado y el resto es historia.
De modo similar, las paletas de hielo nacieron cuando Frank Epperson dejó una bebida afuera de su casa en una nevada noche.
Sin embargo, ninguna de las anteriores tendría tanto éxito como la Coca-Cola . John Pemberton, químico farmacéutico de Atlanta, intentaba desarrollar una cura para el dolor de cabeza; mezcló una enorme cantidad de ingredientes secretos y voilà, surgió la emblemática bebida. Solamente tomó ocho años para pasar de una farmacia a los anaqueles de las tiendas.
Vulcanización
Charles Goodyear pasó una década de su vida encontrando formas para hacer el caucho más manejable y resistente a a las fuertes temperaturas, pero nunca encontró resultados.
Un día cualquiera, derramó por accidente un recipiente de azufre y caucho encima de una estufa. El calor carbonizó la mezcla, pero no la arruinó. Cuando Goodyear recogió su ‘desastre’ se dio cuenta que la mezcla era dura pero utilizable.
Tiempo después veríamos su apellido en la mayoría de llantas vehiculares, y su caucho vulcanizado se utilizaría en zapatos y en discos de hockey sobre hielo.
Plástico
En 1907, la goma laca era utilizada como aislante en los aparatos electrónicos. Esto le costaba a los fabricantes mucho dinero, ya que se importaba del Sureste Asiático.
Leo Hendrick Baekeland, un químico cualquiera, decidió realizar experimentos para crear una alternativa de la goma, hasta encontrar un material moldable que resistiera altas temperaturas. El resultado fue la ‘baquelita’ la primera sustancia plástica totalmente sintética que fue utilizada para crear aparatos radiofónicos. Todos sabemos para qué fue empleada años después.
Radioactividad
De vuelta al año de 1896, el físico Henri Becquerel se encontraba fascinado con dos cosas: fluorescencia natural y los rayos X. Becquerel realizó una serie de experimentos para ver si ciertos fluorescentes naturales emitían rayos X después de ser expuestos al sol. El problema era que se encontraba en invierno y prácticamente no había días soleados, por lo que dejó su material en un cajón y esperó la fecha adecuada.
Cuando decidió sacar sus minerales, se percató que las sales de uranio emitieron radiaciones espontáneamente, pues habían velado unas placas fotográficas envueltas en papel negro. El estudio del nuevo fenómeno y su desarrollo posterior se debe al matrimonio de Marie y Pierre Curie, quienes encontraron otras sustancias radiactivas: el torio, el polonio y el radio.
Malva
El químico británico William Perkin se encontraba deseoso por encontrar la cura de la malaria; pero en su lugar, sus esfuerzos cambiaron el mundo de la moda y la lucha contra el cáncer.
En 1856, Perkin decidió ejecutar una idea propia y oxidó la anilina. Al diluirla para eliminarla, observó que ésta se coloraba, y se dio cuenta de que había obtenido el primer tinte sintético (la anilina morada, malva, o en su honor, púrpura de Perkin). Con sólo 18 años patentó la idea.
Tiempo después, el eminente bacteriólogo alemán, Paul Ehrlich, utilizó el tinte para realizar importantes aportaciones para la quimioterapia y cura de otras enfermedades.
Penicilina
Uno de los más famosos y afortunados ‘accidentes’ del siglo XX, es la penicilina.
Todo empezó cuando Alexander Fleming olvidó limpiar su lugar de trabajo antes de irse de vacaciones en 1928 —la mugre sigue reinando—. Cuando regresó de su merecido descanso, notó que se había formado una extraña colonia de hongos en en uno de sus cultivos. Revelando que la Penicillium es un moho que produce una sustancia natural con efectos antibacterianos: la penicilina.
Fuente: Science Channel, Wikipedia / Conozca Más